CLIMA/ TERRENO: | |
FRECUENCIA: | |
ORGANIZACIÓN | |
CICLO ACTIVIDAD: | |
DIETA: | |
INTELIGENCIA: | |
TESORO: | |
ALINEAMIENTO: | |
NÚM APARICIÓN: | |
CATEGORÍA ARMADURA: | |
MOVIMIENTO: | |
DADOS DE GOLPE: | |
GAC0 | |
NÚM. ATAQUES: | |
DAÑO/ATAQUE: | |
ATAQUES ESPECIALES | |
DEFENSAS ESPECIALES: | |
RESISTENCIA A LA MAGIA: | |
TAMAÑO: | |
MORAL: | |
VALOR PE: |
Barracuda
La barracuda habita en las aguas saladas cálidas. En apariencia, la barracuda es larga (hasta 3,5 m) y esbelta, con una boca y una mandíbula crueles que hacen que su aspecto sea particularmente feroz. La mandíbula inferior se proyecta hacia fuera, y toda la boca está rodeada por dientes tipo colmillo.
Combate:
Los cuerpos de las barracudas tienen más o menos la forma de una flecha, y pueden ser igual de mortíferas en los océanos tropicales. Capaces de moverse con extrema rapidez, pueden lanzarse a dar un mordisco y luego alejarse nadando en un parpadeo. Estos peces predadores son rápidos como el rayo. Y son capaces de pasar de un estado de absoluta inmovilidad a una velocidad relámpago en un solo asalto.
Las barracudas son los pendencieros de su hogar de agua salada; atacan cualquier presa que esté herida, parezca indefensa o sea relativamente pequeña. Para la barracuda, esto incluye a la mayoría de nadadores humanos, que cederán deliciosos mordiscos aunque no sean enteramente derrotados. Cada mordisco inflige 2d4 puntos de daño, representando un bocado de carne para la hambrienta barracuda.
Para empeorar las cosas, la barracuda caza en bancos de hasta 12 voraces ejemplares, turnándose para ver quién da el siguiente mordisco. Un nadador humano desprotegido que tenga que enfrentarse a dos o tres de estos rápidos peces se halla virtualmente indefenso. Y, aunque consiga vencer a uno, es muy probable que los otros se anoten unos cuantos puntos mientras tanto.
Características de las barracudas
La barracuda flota en el agua a unos 6 metros de distancia, observando a su presa en busca de algún signo de debilidad. Aguardando pacientemente una oportunidad de golpear. Con sus feos ojos escudriñando a través de las sombrías profundidades, puede ser una inquietante experiencia para la víctima del gran pez.
Se sabe que un banco de barracudas acecha a un nadador durante horas, haciendo fintas y lanzando ataques de tanto en tanto, hasta que el nadador sucumbe. Muchas de tales oportunidades no duran, sin embargo, el tiempo suficiente para que la barracuda reclame a su víctima, porque, si hay tiburones cerca, acuden al olor de la sangre una vez dado el primer golpe.
Las barracudas se sienten atraídas también por los objetos brillantes bajo el agua y, desgraciadamente para el nadador, la piel clara lo cualifica a menudo como un objeto brillante, especialmente cuando se mueve de una forma ondulante. El primer indicio de que hay una barracuda en la zona puede ser un repentino dolor en el pie, cuando el merodeador se acerca nadando y da un mordisco a unos cuantos dedos. Si el nadador intenta protegerse, con ello no consigue otra cosa que hacer que todas las demás áreas expuestas resulten más tentadoras.
Aquellos que usan magia bajo el agua son particularmente alertados contra los ataques de las barracudas. La triste historia de Grindonel el Mago vale la pena ser relatada aquí. En un intento de visitar una ciudad de elfos marinos de la que había oído hablar, se puso un anillo de nado y se sumergió en el océano. Los reflejos de la luz del sol sobre el anillo, desgraciadamente, atrajeron la atención de un banco de barracudas, y al primer ataque el anillo (y el dedo que lo llevaba) desaparecieron. Grindonel, incapaz de lanzar un conjuro o de alcanzar la superficie a tiempo, se ahogó en agua salada.
Hábitat/Sociedad:
Como se menciona arriba, las barracudas pueden encontrarse normalmente en pequeños bancos en los océanos tropicales, aunque algunas especies pueden encontrarse ocasionalmente en mares más templados.
Los sirenos han aprendido a domar a las feroces barracudas, y es habitual hallar un numeroso banco (3d6 peces) del tipo más grande guardando una comunidad de sirenos.
Ecología:
Las barracudas comparten la cúspide de la cadena alimentaria con otros grandes animales marinos predadores, alimentándose de peces más pequeños y mamíferos marinos que parezcan débiles o heridos.
Para aquellos que disfrutan de la pesca en aguas profundas, la barracuda es una excelente presa: rápida, llena de ansias de lucha y relativamente fácil de atraer. Para pescarlas, siempre es recomendable usar un sedal fuerte y asegurarse de estar bien sujeto al bote. Ser arrojado por la borda en medio de un banco de barracudas furiosas es una historia realmente interesante de contar, si el narrador sobrevive para hacerlo.