Dracoleón

Dracoleón

Dracoleón

El dracoleón es una criatura que combina algunas de las cualidades más peligrosas de un león y un dragón ocre. Es un depredador mortal que acecha en climas cálidos.

Desde cierta distancia, un dracoleón se asemeja a un león gigante, excepto por un par de pequeñas alas de color ocre que brotan de sus hombros. Sin embargo, inspeccionando más de cerca, se revelan diferencias notables. Su cuerpo está cubierto de gruesas escamas de color ocre, similares a las de un dragón ocre, y su melena es más densa y compuesta por un pelaje más áspero que la de un león. Además, posee garras y colmillos enormes y grandes ojos, generalmente del mismo color ocre que sus escamas. Los dracoleones no tienen un lenguaje propio y, en lugar de eso, hablan el lenguaje de los dragones ocres y las esfinges.

Combate:

Los dracoleones atacan primero con sus garras delanteras y sus terribles mandíbulas, infligiendo 1d8 puntos de daño con cada garra y 3d6 puntos de daño con sus mandíbulas. En la mayoría de los casos, esto es suficiente para derrotar a sus oponentes. Sin embargo, si se encuentran en una batalla especialmente peligrosa o están heridos por un oponente inferior, utilizarán su rugido mortal.

El rugido del dracoleón causa debilidad (debido al miedo) en todas las criaturas dentro de un radio de 40 metros de la bestia, a menos que superen una tirada de salvación contra paralización. Las criaturas que fallen esta tirada pierden el 50% de su Fuerza durante 2d6 asaltos. Además, cualquier criatura dentro de un radio de 10 metros del dracoleón cuando este emite su rugido queda ensordecida durante 2d6 asaltos. No hay salvación posible contra la ensordecedora parte del rugido del dracoleón, y las criaturas afectadas no pueden escuchar ningún sonido y tienen una penalización de -1 en sus tiradas de ataque debido a la desorientación.

El rugido del dracoleón se puede usar tres veces al día. Las criaturas dentro del área del rugido deben realizar una tirada de salvación contra el miedo cada vez que lo escuchan. Una vez que una criatura queda ensordecida, no puede oír más el rugido del dracoleón y no necesita hacer más tiradas de salvación, siempre y cuando se recupere de su ensordecedora sordera temporal.

Aunque las alas del dracoleón solo le permiten volar durante breves períodos de tiempo (de 1 a 3 asaltos seguidos), las utiliza eficazmente en la batalla. Si las criaturas intentan cargar contra el dracoleón o rodearlo, este simplemente se elevará en el aire y buscará una posición defensiva. Sin embargo, el dracoleón prefiere no luchar en el aire ya que es más lento y menos ágil en comparación con la mayoría de las criaturas voladoras. Aun así, puede usar sus garras, mordedura y rugido en el aire, lo que lo convierte en un oponente mortal tanto en tierra como en el aire.

Hábitat/Sociedad:

Los dracoleones prefieren habitar en colinas rocosas y desiertos. Usan cuevas naturales como guaridas donde almacenan pequeñas cantidades de tesoros, generalmente tomados de aventureros que han muerto en el pasado. Sus territorios son normalmente extensos, ya que a menudo viven en áreas desoladas.

Los dracoleones son criaturas solitarias y no pueden soportar la compañía de otros de su especie. Solo se unen temporalmente durante la temporada de apareamiento, al final del otoño. Durante esta temporada, la hembra pone un huevo y lo cuida durante un año. Sin embargo, una vez que el año ha transcurrido, incluso la madre y su descendencia se enfrentan enemistosamente si se vuelven a encontrar. Los machos dracoleones son siempre antagonistas entre sí, y en general, los dracoleones no se llevan bien con pocas criaturas. La mayoría de las razas inteligentes los consideran una amenaza y les temen. Principalmente, los dracoleones desean ser dejados en paz para cazar.

Ecología:

Los dracoleones prefieren cazar animales de rebaño, como las cabras, ya que por lo general son presas menos peligrosas y no ofrecen resistencia como los seres humanos. Solo atacarán a humanos o semihumanos en busca de comida si no hay otras presas disponibles.

Aunque no son inherentemente agresivos hacia los desconocidos, a menudo atacarán a cualquier criatura que invada su guarida o amenace su territorio. Esto significa que los aventureros que se adentran en la cueva de un dracoleón o los colonos que intentan construir un asentamiento en su territorio a menudo se convierten en objetivos de un ataque feroz. Las criaturas que no amenazan la guarida del dracoleón o simplemente pasan por su territorio generalmente se les permite continuar sin ser molestadas. La inteligencia del dracoleón es limitada, pero puede discernir entre un viajero inofensivo y un colono potencialmente problemático.

Reinos y Dragones