Gusano

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Gusano

El gusano púrpura, una amenaza constante para los exploradores subterráneos, pasa su vida cavando la tierra en busca de presas. Se han visto gusanos púrpura adultos que miden hasta dos metros y medio de diámetro y entre 40 y 45 metros de largo.

Combate:

El gusano púrpura ataca mordiendo con sus poderosas fauces. Cualquier tirada que exceda en 4 o más la puntuación requerida para golpear en 1d20 indica que la víctima ha sido tragada entera. Un gusano púrpura adulto puede devorar fácilmente una criatura de hasta 2,5 metros de alto y 1,8 de ancho. Una criatura engullida morirá en 6 rounds y será completamente digerida en 12 turnos, haciendo imposible resucitarla de ningún modo.

Cualquiera atrapado dentro de un espécimen púrpura puede intentar escapar abriéndose camino hasta el exterior. Aunque el interior es considerado como CA 9, cada round los jugos digestivos del gusano causan una penalización acumulativa de -1 al daño que la víctima atrapada puede causar al gusano (los jugos están debilitando a la víctima).

El gusano posee también un aguijón en su cola. Cualquiera golpeado por el aguijón sufre 2d4 puntos de daño y debe superar una tirada de salvación contra veneno o caer muerto.

Hábitat/Sociedad:

El worm púrpura es una criatura solitaria que busca compañía solo para aparearse. En el momento en que el gusano eclosiona, se entierra en el suelo y nunca vuelve a ver a sus familiares.

Ecología:

Mientras cava sus túneles, el gusano púrpura consume grandes cantidades de materia, que excreta cuando regresa a su hogar. Entre los materiales descargados por esas criaturas hay metales preciosos y gemas. El gusano es sensible incluso a las más diminutas vibraciones en la tierra a su alrededor, y puede captar a sus presas a una distancia de hasta 20 metros.

Tenebroso:

Estos nativos del semiplano de las Sombras se parecen a gigantescas orugas. En combate, golpean con sus poderosas mandíbulas, y cualquiera mordido por el gusano debe superar una tirada de salvación contra veneno, con una penalización de -3, o sufrir doble daño de la mordedura tóxica. La cabeza y parte delantera del cuerpo están cubiertas con cerdas venenosas que infligen 1d4 puntos de daño a cualquiera cuya piel desnuda entre en contacto con ellas. Es preciso superar una tirada de salvación para evitar la parálisis por 1d4 rounds después del contacto. Si no se administra un conjuro de neutralizar veneno o veneno lento al final de este tiempo, la víctima muere. Las posibilidades de que un atacante sea golpeado por las espinas es igual a un 10% veces su Categoría de Armadura base (antes de los modificadores por escudo y Destreza). Atacar la cabeza del gusano reduce las posibilidades de contacto en un 20% (pero solo un personaje a la vez puede atacar la cabeza). Las mandíbulas de este gusano son atractivas y valen entre 1.000 y 3.000 monedas de oro por juego.

Gusano túnel:

Este primo del ciempiés gigante se alimenta y deposita sus huevos en la carroña. Un gusano túnel ataca arremetiendo desde su madriguera oculta para golpear con una bonificación de +2 a la tirada de ataque. El éxito indica que el blanco ha sido agarrado en sus mandíbulas, pero no se inflige ningún daño hasta que el gusano se abre camino a mordiscos a través de la armadura de la víctima. Esto toma un round para una armadura de cuero o peor, dos rounds para una armadura más resistente que la de cuero pero no más que la de mallas, y tres rounds para armaduras más resistentes que la de mallas. Una vez traspasada la armadura, el gusano inflige 2d8 puntos automáticos de daño cada round. Si el gusano sufre 15 o más puntos de daño por fuego o pierde un 60% de sus puntos de golpe, dejará caer a su víctima y se retirará a su madriguera. Las mazmorras de los gusanos túnel tienen a menudo tesoros de sus anteriores víctimas.

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