Espíritu gimiente (banshee)

Espíritu gimiente

Espíritu gemiente

El Espíritu gimiente o banshee, es el espíritu de un elfo femenino malvado…, algo realmente muy raro. Los espíritus gimientes odian a los vivos, hallan su presencia dolorosa, y buscan causar daño a cualquiera que encuentren.

Los espíritus gimientes aparecen como fantasmas luminosos, flotantes, de sus anteriores yoes. Su imagen resplandece brillante en la noche, pero es transparente a la luz del sol (invisible en un 60%). La mayoría de los espíritus gimientes son viejos y arrugados, pero unos pocos (10%) que murieron jóvenes retienen su anterior belleza. El pelo de un espíritu gimiente está descuidado y enmarañado. Sus ropas son normalmente unos harapos. Su rostro es una máscara de dolor y angustia, pero el odio y la ira arden brillantes en sus ojos. Los espíritus gimientes gimen con frecuencia de dolor…, de ahí su nombre.

Combate:

Los espíritus gimientes son oponentes formidables. La simple vista de uno de ellos causa miedo, a menos que se supere una tirada de salvación contra conjuros. Aquellos que la fallen huyen presas del terror durante 10 rounds y tienen un 50% de probabilidades de dejar caer todo lo que lleven en sus manos.

El arma más temida de un espíritu gimiente es su gemido o endecha. Cualquier criatura dentro de un radio de 10 metros de un espíritu cuando emite su endecha debe efectuar una tirada de salvación contra muerte mágica. Aquellos que la fallen mueren de inmediato, con el rostro contorsionado por el horror. Afortunadamente, los espíritus gimientes solo pueden gemir una vez al día, y únicamente de noche. El contacto de un espíritu gimiente causa 1d8 puntos de daño.

Los espíritus gimientes son incorpóreos e invulnerables a las armas de hechizo menor a +1. Además, los espíritus gimientes son altamente resistentes a la magia (50%). Son completamente inmunes a los conjuros de hechizo, sueño y retener, y a todos los ataques basados en el frío y la electricidad. El agua bendita les causa 2d4 puntos de daño si es arrojada sobre ellos. Un conjuro de disipar el mal matará a un espíritu gimiente. Un espíritu es ahuyentado como un muerto viviente «especial.»

Habilidades especiales

Los espíritus gimientes pueden captar la presencia de criaturas vivas hasta ocho kilómetros de distancia. Cualquier criatura que permanezca dentro de un radio de ocho kilómetros de la guarida de un espíritu gimiente puede tener la seguridad de que será atacada cuando caiga la noche. La naturaleza de este ataque varía con la víctima. Los animales y los personajes menos amenazadores son muertos vía contacto. Los aventureros o semihumanos son atacados con la endecha. Las criaturas lo suficientemente poderosas como para resistir la endecha del espíritu gimiente son dejadas tranquilas.

Cuando ataca a aventureros, el espíritu gimiente ataca de noche con su gemido. Si algún personaje supera su tirada de salvación, entonces el espíritu gimiente se retira de vuelta a su cubil. A partir de entonces, cada noche, el espíritu gimiente regresa para gemir. Esta rutina es repetida hasta que todas las víctimas están muertas o han abandonado los dominios del espíritu gimiente, o hasta que el espíritu gimiente es muerto.

Hábitat/Sociedad:

Los espíritus gimientes odian todas las cosas vivas, y así crean sus hogares en lugares desolados o antiguas ruinas. Allí se ocultan durante el día, cuando no pueden gemir, y vagan por los alrededores durante la noche. Las tierras que rodean la guarida de un espíritu están sembradas con los huesos de los animales que oyeron la endecha del espíritu gimiente. Una vez un espíritu establece su guarida, permanecerá para siempre allí.

El tesoro de los espíritus gimientes varía considerablemente, y a menudo refleja lo que amaron en vida. Muchos acumulan oro y finas gemas. Otros, particularmente aquellos que merodean por sus antiguos hogares, muestran gustos más refinados, conservando grandes obras de arte y esculturas, o poderosos objetos mágicos.

Es casi imposible distinguir el lamento de un espíritu gimiente del de una mujer humana o elfo presa de dolor. Muchos caballeros galantes han confundido los dos sonidos y luego pagado con sus vidas el error. Los espíritus son excepcionalmente inteligentes y hablan numerosas lenguas, incluidos el común, el elfo y otras lenguas semihumanas.

Los espíritus gimientes usan ocasionalmente sus poderes destructivos para buscar venganza contra sus antiguos adversarios en la vida.

Ecología:

Los espíritus gimientes son una plaga allá donde se aposentan. Matan sin discreción, y su único placer es la desgracia y la miseria de otros. Además de matar tanto hombres como animales, la endecha de un espíritu gimiente tiene un efecto poderoso sobre la vegetación. Flores y plantas delicadas se marchitan y mueren, y los árboles se vuelven retorcidos y enfermos, mientras que las plantas más resistentes florecen. Tras unos pocos años, todo lo que queda dentro de un radio de ocho kilómetros de la guarida de un espíritu gimiente es un páramo desolado, de árboles retorcidos y plantas espinosas mezcladas con los huesos de las criaturas que se atrevieron a cruzar los dominios del espíritu gimiente.

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